Todos somos diferentes

Todos somos diferentes, e irónicamente, eso es lo que nos hace iguales, o bien, en lo que nos parecemos. Las relaciones son tan complejas porque cada quien carga sus propias heridas, traumas y manera de ver la vida. Cada quien sufre a su manera, cada quien entiende la vida en base a sus experiencias, cada quien es único, y cada quien sufre en silencio. Las amistades, las relaciones, tan complejas y absurdas, llenas de expectativas nos intoxicamos solos, esperamos y creemos que quien nos ama, nos debería entender. Cada quien señalando la herida del otro sin sanar la suya primero, sin ayudar al otro, solo señalar. La respuesta? La empatía, la sencilla respuesta a esta complejidad, entender y reconocer que somos distintos, que cada quien tiene heridas, y que nos comportamos y pensamos en base a ello. A nadie le sirve ser ignorado, ser tratado como menos, ser alejado, ser señalado. No tomarse nada personal, no suponer, sencillos consejos tan poderosos que pueden cambiar la vida de quien lo aplique. La distancia, la cultura, difícil de entender, de asimilar. A un amigo le molesta recibir mensajes seguidos, al otro le molesta recibirlos seguidos. Ambos tienen la razón, y ninguno está en lo correcto. Solo somos un resultado de nuestras heridas. La comunicación lo resuelve todo, no, no solo eso. De que sirve hablar si no se empatiza? Ambas, hablar ayuda, pero la empatía se entiende, se reconoce, se interioriza. A otras personas les molesta hablar, expresar, escuchar..  a otras les encanta hablar, expresarse. Se siente molesto, como si la expresión fuera una falta, si no fuera necesaria... Duele y nadie lo entiende, porque cada quien está viendo su propio dolor. Así no se sana, nunca. Lo sé, yo también me he equivocado, no soy perfecto por escribir estas líneas. También me duele, tengo heridas, tengo traumas y sano en silencio, no sos el único, pero nos necesitamos el uno al otro, porque la soledad no sana, lo hace una mirada honesta, un abrazo, una caricia, la presencia, el reconocer que estamos vivimos y somos humanos. Todos somos diferentes, y sin embargo, eso es lo que nos hace iguales.