La incoherencia

El mundo está lleno de incoherencias, contradicciones que nos definen sin razón. Lo bueno y lo malo son una cosa, lejos de la realidad imaginada, no existen, no existimos.
Solo somos fuego. Fuego que se apaga con el pasar de los días, a veces arde su llama con intensidad, y a veces con la mínima brisa se apaga. Pero no muere, no aún, quedan las brasas de un material sólido que poseyó, en el que se expandió y extendió su calor. Que es el fuego sino lo que consume? Que desaparece a la vez, o se transforma. El fuego de acá y el fuego de allá, es el mismo. Muchas veces calienta, resguarda, protege y alivia. Otras veces destruye, mata y quema.
Esa incoherencia es la que nos pertenece, destruimos para existir y existimos para destruir. Pero esto son solo palabras, símbolos de una cultura impuesta que ni tú ni yo decidimos imaginar pero de la que ambos decidimos acordar, acordar y en ello acortar nuestra existencia. Incoherente somos los humanos que no encontramos nuestro propio ser, en tanta bulla externa nos perdemos en quienes no somos, sin saber quién somos o que queremos ser. Incoherencia, incoherencia pura y maldita que nos divide en seres impotentes, incapaces de controlar nuestros deseos, nuestras necesidades. Incoherente porque aunque creas que lo haces, es una mentira.

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Luis Jiménez Vásquez. Con la tecnología de Blogger.