Sexualidad

En el panorama, observo cómo el fuego arde y quema todo a su alrededor, lo consume y destruye, absorbiendo toda vitalidad.
Entre la inmensidad de este poder me siento miserable, atrapado en un ciclo de impotencia y deseo, abstinencia y hambre, de ser parte del fuego, pero de buscar refugio de el, de protegerme a pesar de las quemaduras que trae mi cuerpo.
Absorbido por este océano de aguas oscuras, encuentro miles de peces nadando perdidos, sin rumbo, sin motivo. 
Motivo que no existe, que nos han robado. Esperanza de encontrar lo anhelado en aguas más calmadas, donde se pueda habitar la seguridad.
Tiburones que lo devoran todo, en cantidad, no mastican, solo tragan. Tragan y consumen, sus dientes sedientos de sangre, es el instinto que les posee y los aprisiona.
Sin razocinio alguno, el conocimiento inexistente, desubicado, malinterpretado y confuso, la sexualidad se vive sin sentido alguno al amor.
Cuando la mente abandona el cuerpo, el instinto queda, la mente que nos hace humanos, le da su espacio al animal, violento y salvaje. Donde queda la compasión, la amabilidad, el amor? Desde el instinto tenemos el don de la escucha, la consciencia está dormida, adentro de cada una, de cada uno. Adentro está lo que buscamos afuera. 

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Luis Jiménez Vásquez. Con la tecnología de Blogger.