Amargo

Encuentro en mis versos un sabor amargo,
Con ganas de querer que esto acabe.
Nadie entiende, nadie sabe, o tal vez, a nadie le importa.
Y para que? Si cada quien está envuelto un lío.
Acá no vengo a aconsejar, ni a darte 10 tips para escribir mejor, para ser mejor persona.
Acá vengo a dejarme el alma, en letras que escribo aleatoriamente mientras me expreso.
Como una naranja, como un café, como un metro. Expreso. Rápido, ligero y sin dolor.
Sin dejar rastro alguno del pasado. Sin saber a dónde va.
Ahí te dejo mi ser. En tu pantalla, en tus luces grises y azules. En tus malestares profundos de saber que dta cultura no tiene arreglo.
Maldito malestar. Los malos ganaron. Así dice la canción que escuche hoy. Ellos gritaron más duro, ellos jugaron más sucio, ellos ganaron. El que se enoja pierde decís mi madre. Que a su vez se lo dijo su madre. Perplexas metáforas encontramos en lo absurdo de la existencia humana. Lenguajes, poemas, letras. Musica escrita, renacida, talentos ocultos. Donde esta el malestar sino en mi cabeza. La odio, la escucho, la mato. No, esa voz no muere. Es hermosa desde el costado, oh, desde este lado, cuando la luz le pega, resulta ser Dios. Dios está ahí, en el espejo, mirándome, juzgandome. Recordándome lo que no he hecho, lo que si, quien soy, quien no soy. El Dios juzga lo que no es el, el ego que nos invade por querer ser Dios, cuanto más ego, menos Dios, ese es el diablo? No, se. Adiós.

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Luis Jiménez Vásquez. Con la tecnología de Blogger.