Valoro la autenticidad,
esa luz que nace cuando alguien
no teme ser quien es,
cuando se abraza en su verdad,
cuando se atreve a ser vulnerable,
a expresarse, a sentir, a vivir.
Eso me encanta, me atrae, me llama.
Quiero a quien lucha por sus sueños,
a quien no espera, sino que actúa,
a quien me busca, me desea,
y lo dice con la boca y con el alma.
Qué rico es ser deseado,
qué dulce es amar y ser amado,
y que el amor se demuestre
en cada gesto, en cada instante.
La comida es un acto de amor,
cocinar y que me cocinen,
un ritual que habla de cuidado,
de tiempo, de entrega.
Y aunque aborrezco la violencia,
comprendo que la vida exige
agresividad para alcanzar metas,
pero siempre con respeto,
siempre con consentimiento.
Quiero a quien esté conmigo
porque quiere, no por necesidad,
consciente, presente, sobria.
Que valore lo que somos,
que fluya con compromiso,
que responda con interés,
con respeto, con responsabilidad.
Me atrae la pasión en todo lo que haces,
el movimiento, las metas, los proyectos,
esa chispa que te hace inteligente,
que te hace vibrar,
que te lleva a nutrir tu cuerpo y tu alma,
a bailar, a cantar, a crear,
a disfrutar la música, el arte, la vida.
Quiero a una mujer sexy y sensual,
que disfrute su sexualidad
con seguridad, con cuidado, con presencia,
que se exprese libremente,
sin miedos, sin ataduras.
Que sea autónoma, que valore su espacio,
que pueda estar sola sin temor,
que me necesite, pero no siempre,
que me elija cada día,
sin obligación, sin presión.
Quiero una compañera,
con quien hablar sea fácil y profundo,
con quien compartir ideas, preguntas,
aprender de ti, crecer contigo.
Una mujer que me impulse a ser mejor,
a descubrir mis potenciales,
a perseguir mis metas,
que me aconseje, me motive,
que me acompañe en las buenas y en las malas,
que me ame y me acepte tal como soy.
Quiero a alguien auténtica,
honesta consigo misma,
que no finja, que no se esconda,
que se permita ser ella,
conmigo o sin mí.
Que se deje sentir,
que viva el amor en honestidad,
que amemos libremente,
sin expectativas,
sin esperar nada a cambio.
Esa, la mujer que busco,
la que sueño, la que anhelo.
Y cuando la encuentre,
sabré que eras tú,
porque en sus ojos veré
el reflejo de todo lo que escribo aquí,
y en tu alma, el eco de este poema.
Te espero.
0 comments:
Publicar un comentario