Fragmentados

 Hoy miro atrás y veo fragmentación,

veo un camino lleno de confusión.

Y no, no me culpo, presta atención.

No hace falta llenar de resentimiento nuestro corazón.

Si tanto que ha sufrido ya, por si solo,

por haber nacido en esta sociedad,

o como dice mi abuela, en esta suciedad.

Que busca llenar con vacío su gran hoyo.

Estamos fragmentados, te lo digo así, y no con ansias de verte sufrir.

Estamos fragmentados, porque nuestra pureza la fuimos dejando,

entre la culpa y el rencor, que poco a poco nos fueron enseñando.

En las creencias que a como crecíamos, fuimos adoptando.

Hacemos nuestro lo que no lo es, dejando de lado lo que si.

Buscamos la aprobación ajena, cuando la única que necesitamos es la nuestra.

Cambiamos al amor y a la felicidad por el miedo y el odio.

¿acaso has visto algún niño siendo xenofóbico, racista o homofóbico?

Y que clase de palabras hemos creado.

Cuando le ponemos nombre a algo, lo creamos.

Y al nombrarlo, le damos poder y capacidad de influir.

Y todas esas creencias, claro, condicionan nuestro existir.

Estamos fragmentados, porque buscamos ser quienes no somos.

Dejamos que el ego y la envidia nos gobiernen.

Estamos desesperados de amor, de recibir amor,

pero no sabemos como hacerlo, y menos darlo. 

Incluso te pregunto, ¿Para ti que es amor?

Termino acá diciéndote que estamos fragmentados.

Porque guiamos nuestra vida hacia la ilusión y lo falso.

Nuestra mente superior esta callada, desesperada.

El perdón y la esperanza se da al entender que siempre hemos sido amor.

Pero es gracias a esta fragmentación, que lo que sentimos día a día es dolor.

Así que hermano, te lo digo de corazón, sánate, por favor. 

-Poética de la Vida