Me lo merezco

Ayer mientras me agarraba un ataque de ansiedad, me puse a pensar y reflexionar en las razones del mismo, de entender de donde viene el sentir de descontrol. Usualmente, los ataques de ansiedad me dan por pensar mucho en el futuro o sentir que no tengo el control de nada, esto último es algo lógico, pero a veces me basta con pensar en posibles escenarios como Doctor Strange y tener respuestas, usualmente lo hago, pero hay veces que por más que piense y piense no encuentro una respuesta, y eso me frustra muchísimo. 
En medio del caos del momento pensaba en la identidad, como nos aferramos a la construcción de una identidad, trabajada por tanto tiempo, puliendo, tratando de buscar el centro, el balance donde estamos satisfechos con nosotros mismos, y cuando esa identidad se pone a prueba, nos choca muchísimo. Ser consciente de esto es muy poderoso, porque creo en el cambio, y aunque no todo cambio sea bueno, lo único que no cambia es que todo cambia. Somos cambio, y esa es la naturaleza de la vida. Por ende, rechazar el cambio es ilógico, es rechazar nuestra propia naturaleza. 
En ese sentido, afrontar el cambio de identidad resulta tortuoso, dependiendo de la magnitud del cambio, frustrante si, pero necesario. 
Así que si, ahí me veía, solo en una mesa de un restaurante mexicano, pensando en que este cambio que estoy experimentando es bueno para mí, incluso, es algo que inconsciente y conscientemente he estado buscando, sin saber obviamente lo que me esperaría, pero siempre queriendo un cambio mejor a mi vida, mi estilo de vida y mi identidad, cambio es evolución, y gran parte de esta ansiedad viene también del salir de una zona de confort. El cambio significa afrontar nuevos retos, nuevas cosas y con ello, expansión y aprendizaje. Todo cambio es ganancia y aprendizaje continuo. 
Esto me hace pensar, rechazamos el cambio? O lo nuevo? Salirse de la zona de confort? El miedo? La incertidumbre? O es que parte de nuestra identidad está forjada también en lo negativo? Si todo cambio es bueno, es aprendizaje, y es crecimiento, por qué rechazarlo? 
Al preguntarmelo, me llegó una revelación que me impactó mucho, y es el sentir que merezco cosas mediocres, a medias, a lo que me he acostumbrado, como si mi sombra necia me dijera que no me merezco ser feliz. Tanta ansiedad producto de la desconfianza, de patrones forjados en el trauma, en el dolor. Si, pero el cambio requiere también lo que pensamos de nosotros mismos, de lo que merecemos, de lo que podemos. Por eso, hoy escribo esto para decirte que si mereces ser amado, si mereces que confíen en ti, si mereces ser elegido o elegida, si mereces ser reconocido por tus logros, si mereces ser ascendido, si mereces abundancia y si mereces una vida mejor. Porque cuando lo creas en tu mente, lo manifiestas en tu exterior. El miedo es parte del proceso, que esto no te estanque. Es duro, y lo estoy sintiendo hasta en los huesos, pero este caparazón ya me queda chiquito, y mi corazón necesita uno más grande, fuerte y cómodo, porque me merezco sentirme seguro y el hecho de crecer en un ambiente hostil, no significa que nos quedaremos ahí por siempre, el cambio es poderoso, y me lo merezco.

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Luis Jiménez Vásquez. Con la tecnología de Blogger.